Personalidades en la actividad espacial Argentina: Ingeniero Walter E.  Daub

Introducción

Los mayores aportes al desarrollo e investigación de la cohetería fueron relacionados con ámbitos militares y en menor medida con ámbitos Universitarios, y dentro de estos se destaca una personalidad, la del Ing. Walter E. Daub.

El Ing. Daub residía en Bahía Blanca y pude conocerlo cuando vino a Buenos Aires, a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires donde en ese momento estaba cursando yo mis estudios de Ingeniero Químico.
Su personalidad era fascinante, su interés en las ciencias muy amplio y lo mas importante: tenía  una gran vocación para enseñar. Tanto es así que dirigí el destino de algunas vacaciones mías hacia Bahía Blanca, donde él residía y enseñaba. El objetivo fue tan solo poder reunirme con él y recibir su orientación en el área de cohetería.

El presente artículo fue posible gracias a la gentileza de Mario Minervino que facilitó la mayor parte de la información personal presentada sobre el Ing. Daub.

La historia

Nacido en 1921, en la localidad alemana de Heidelberg, desde muy pequeño Daub tuvo inclinación por una ocupación tan singular como delicada: la preparación de explosivos. La facilidad para conseguir algunos elementos por un pariente farmacéutico fue alentando esa afición, hasta convertirlo en un experto.

Docente fundacional de la UNS, Daub era ingeniero químico y uno de sus profesores más prolíficos, dictando más de 15 materias, entre ellas Álgebra, Física, Análisis matemático III, Mecánica racional y Termodinámica.
Ya profesional, encontró como desarrollar aquella "locura" de los explosivos en la década del 60, cuando la cohetería alcanzó dimensión única, buscando los científicos la posibilidad enviar un vehículo a la Luna, impulsado fuera de la atmósfera terrestro mediante un mega cohete. El referente por excelencia de esa actividad era Wernher Von Braun, aquel científico alemán que preparó para Adolf Hitler los mísiles V2 y que con el tiempo se convirtió en el responsable de fabricar los cohetes Saturno en la NASA, incluido el que efectivamente hizo llegar al hombre a su satélite natural.
En esa época, y por estas tierras, Daub ensayaba también sus cohetes, preparando diferentes explosivos para su despegue, diseñando carcazas y paracaídas e incluso fabricando algunos antigranizo. Sus experimentos y lanzamientos fueron seguidos por la prensa de entonces, además de generar numerosos comentarios entre la población. Daub, que ya tenía el apodo de "el loco" por su personalidad, era centro de comentarios, historias, anécdotas y situaciones, muchas de ellas fruto de la imaginación de la gente.

En 1963 Daub vivió su momento de gloria, cuando tuvo oportunidad de ser recibido en Buenos Aires por Von Braun, intercambiando impresiones sobre los trabajos que realizaba en Bahía Blanca y recibiendo algunas recomendaciones sobre sus diseños. Pasada la "fiebre" coheteril a nivel mundial, Daub no dejó sus estudios y experimentos. Pero en 1975 viviría una situación que afectaría su estado de ánimo. Fue cuando un interventor de la UNS cesanteó a decenas de docentes, en un tiempo donde se hacía una patética "caza de brujas", siendo Daub uno de los afectados. Algunos todavía creen que los "explosivos" de Daub eran asociados con las actividades terroristas. Luego de varios meses de estar en su casa, Daub comenzó a trabajar en Tandil, en la Universidad del Centro. En aquella localidad se contactó con algunos militares para poder seguir desplegando sus conocimientos. En uno de esos viajes entre nuestra ciudad, donde residía su familia, y Tandil, sufrió un fatal accidente automovilístico que le costó la vida. Tenía 56 años de edad. Desde ese preciso momento, su nombre ingresó en la leyenda. Lanzamiento del UNS THI, Trazador de Humo Independiente, Villa del Mar. Alcanzó 22 Km. de altura, 4.200 km/h, 1967.

El Igeniero Walter Daub preparando un cohete para lanzar